octubre 19, 2010

Nada




Y ahí estaban, detrás del sol. Arriba, estirados sobre el tejado enteco de las casas marginales, oteando despacito la carta astral, su único y gran techo.
Oyeron las súbitas carcajadas de los muertos bajo la tierra y el llanto de los vivos en la superficie.  
Lagartijas de las sombras jalando cocaína, vida y polvo desechada por el tren. 
¡A guillotinar el tiempo, cómase los límites! dijo la mariposa. -Ya no se ponga tan mala oh, si casi siempre es espectadora, tanto sicoanálisis con el narrador, que ñoñeza. Pero es que ¿qué psicopatología tendrá? le gusta alicia, las mariposas y mucho el fútbol.  A mi me gusta juan salvador gaviota, las mariposas y odio el fútbol. 
Taaanto que me habla, no le entiendo nada. Es tan raro, parece un fantasma de blanco y tiene una cara tan bonita, no le entiendo nada. Su belleza le ganó a la música, a las conversaciones de la gente y a la mosca en desconcentración ¡ c e r v e z a ! - 
Lloró cuando se encendió la luz. Decía THE END en el bocadillo. Era la última viñeta del cómic. 
 
Y al otro día, la misma Clementine con alzhéimer, la  Juanita tres cocos y su escepticismo, odiosa y pesimista. Insensible como siempre, insensible como nunca. 
De borracha olvidó cerrar las persianas de su pieza y en la mañana entró el sol. Se enojó y se levantó para correr la cortina, pero se dio cuenta que el jardín estaba e r d e.

O sea,  t ú  sobrevolando como mariposa de un destilado estomacal brígido, en todas las putas paredes de mi vida.

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