enero 05, 2011

Tacto.



El tacto, dinamita y molotov a los códigos lingüísticos.
 Lámpara luciérnaga, campanita subversiva
 gatos callejeros amándose en los tarros de basura.
 Risita, carcajada, ecos de recreo.
 El tacto, escupitajo a la penitenciaria lírica
 a la cárcel retórica y a los libros
¿qué hace la poesía encerrada en cuadernillos?
El tacto, escupitajo, mortaja negra.
Vómito al diccionario limitado.
Muerte al culto simbólico.

El tacto, bosquejo violeta,
acuarela en la epidermis fantasma,
danza muerta levitando en el genero.
Revolución en las sábanas.
El tacto, tú y yo a veces nos comunicamos con el tacto.
Y siempre me preguntas
¿en qué te quedaste pensando?
pero yo sé que detrás de las costillas
la pregunta es la misma que yo me hago
detrás del corazón y los alambres de púa:
¿qué sientes? y yo a veces te respondo
con los ojos, con la ceja, con la pestaña:
en éste mundo no existen palabras
para explicar lo que yo siento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente poema! encerrado en un blog para su desgracia.