Ya viví lo suficiente para ser domesticado, pero no me han enseñado a ser maduro ♪

Occisos y escombros sobre la tierra. Sin embargo, pseudo vida en el desastre. La germinación de la bomba atómica.

Rodamos por el resbalín a cincuenta sonrisales por segundo y nos sepultamos boquiabiertos.

Veníamos con flores en las manos; pero el jardín idílico ya lo habíamos atravesado. De ahí que le oramos al chasco y nos convertimos en una alevosía macabra, la traición a la esperanza. Y en la nueva escoria , el componente de la ciudad máquina.

Pero estamos los locos, los vagos, los apastillados, los emborrachados, los enamorados, los inmaduros, los maníaco-depresivos, los que alucinamos, los que bailamos en la lluvia y saltamos en los charcos. Los que nos cagamos en la paz de cementerios. Los que queremos practicar crímenes lúdicos y hacernos cosquillas.