septiembre 22, 2010

Zozobra de palomitas





Rompimos la cómoda bolsa maternal, en realidad no fuimos nosotros.Nos gustaba ese órgano efímero. Nosotros no queríamos nacer. Fue un horrible cuchillo homicida.

Nos llenamos de sangre, recibimos un golpe y llegamos a la celda. Cavamos cada año el adoquín y el barro endurecido, y poco a poco hemos ido dándole forma al gran túnel de la fuga del fuego.
Siempre hay una ventana entre cuatro paredes venenosas.Y a veces, detrás de los escombros y la ruina, el sol nos escupe centelleos amarillos.

Introduce en tu cabeza filarmonía pank, arpas y violines. Agitación y sensibilidad. Mastica libros de locura y terrorismo poético. Saborea la comida de los monstruos. Que la vida es una cárcel y hay zozobra de palomitas.





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