
Jugábamos y esa era nuestra vida, jugar. Andábamos desnudos y éramos poetas creando mundos fantásticos, vomitábamos sonrisas.
Pensar que en el momento de caer a bajo y llegar a la adultez cambió todo en una fracción de segundos. Y ahora estamos muertos.
1 comentario:
Lo que pasa es que no te fijaste que las manos te las comieron. Correr desnudos, ya es para los niños... Dejas de serlo hasta cuando avasallas intentando creer que puedes aprehender el mundo. A los humanos nos falta vivir.
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