octubre 14, 2011
Navidad
25/12/2010
Soy un grito en el cemento
y las noches buenas siempre me comieron el jolgorio de la lengua.
Ciudad marrana y del socavón, devuélvenos la vida y las amapolas.
No me zapatees en los dientes noche buena y la conchadetumadre,
que me acuerdo de los carruseles y de los jardines mágicos
que venían a pasitos de mosca contenta
en el pecho de tanto cabro chico.
Me voy a perder en los callejones cumas esta noche.
Esta noche coqueteo con la muerte.
El cielo se pondrá negro, llorarán violines y elefantes.
Por favor, nunca me despiertes,
que el lastre me patea el hígado
y cualquier día puedo amanecer maricona,
con las sábanas en el cogote y comiendo chocolate.
Hoy día estoy más loca que la chucha.
No puedo escribir cuentos felices.
Ando con la cordura en el inodoro,
cambiando el mundo a lo floripondia.
Paren de regalarme libros de superación personal,
de venirme con el cuento de que la risa se agazapa en las pastillas
y hueás raras de la postmordernidad.
Paren de tenerme, pena, pene y peni,
que me acuerdo de los peñis y del mundo maricón.
Y entonces, vuelvo a emborrachar mi corazón.
...así me pone la navidad.
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3 comentarios:
¡Genial leerte!
Está la raja, nea!!!
"Paren de regalarme libros de superación personal,
de venirme con el cuento de que la risa se agazapa en las pastillas
y hueás raras de la postmordernidad"
Pulento!!!
Cuídate!!
La zorra!
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