noviembre 21, 2007
No me mates tú, deja que lo haga yo. Desde ayer que ando vomitando mariposas por la boca, es tan doloroso. Dientes afilados se incrustan despacito en las paredes de la traquea.
El mundo no me entiende. ¿Por qué nos odian tanto?
¿Les molesta nuestro baile en el velorio de la vida? ¿Por qué?
Yo quiero seguir bailando en el cementerio,
yo quiero yo quiero.
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